Por J.C. Ramírez Figueroa
¿Existe una etiqueta más clara para definir un estilo que “power pop”? Surgido a principios de los ’70 con agrupaciones como Big Star, Flamin’ Groovies o Badfinger el power pop fue una reacción ante los excesos del hard rock o el perezoso folk hippie.
La premisa era simple: canciones melódicas como las de los Beatles, los Byrds o los singles de la Tamla o Motown más un sonido fuerte y guitarreado.
El glam inglés y el punk de los Ramones fueron variaciones de la idea. O la genealogía de bandas que incluyen a The Cars, Blondie, Replacements, R.E.M o My Teenage Fanclub. De ese mundo viene Ken Stringfellow, el músico que esta noche se presenta en el ñuñoíno y tradicional espacio rockero de La Batuta.
Integrante de The Posies y R.E.M, durante un período de los ’90. También ha tocado con Neil Young y los celebrados Snow Patrol. Y lo más notable: grabó con los sobrevivientes de Big Star el excelente disco de regreso In space (2005).
“Big Star fueron una de las bandas más olvidadas del rock. Fueron, porque gracias a internet ya nadie es olvidado”. Y continúa: “El power pop es mi equivalente a la new wave ochentera. Soy feliz de pertenecer a un genero tan inhabitado. ¡Me hace sentir transgresor!”, dice riéndose.
Guitarras potentísimas
El disco que viene a presentar junto a su banda The Disciplines es Smoking kills (2008, S Music/Sony BMG) una actualización de todas las virtudes del género: guitarras potentísimas, excelentes melodías y la conexión con el sonido garage (y de ahí naturalmente al blues, R&B y la raíz americana).
“Me gusta la música simple y que se mueva en el terreno de lo espontáneo. Cuando toco, no pienso en nada, porque es precisamente el momento en que soy libre y simplemente vivo”.
Sobre el show, adelanta: “es impredecible. Mi espectáculo depende mucho de la reacción del público y su nivel de interés. Es como si fueran parte de la banda. Así que veremos que pasa”.