Por J.C. Ramírez Figueroa (15 de enero 2010, Emol).
En el mapa del pop-rock nacional, pocas bandas aprovechan la oportunidad de sonar a presente. Claro, están los netlabels y ciertos proyectos autogestionados, pero a nivel masivo, el panorama es desalentador. Ahí tienen a Chancho en Piedra, Lucybell o Los Bunkers, versionándose alegremente. De ahí la importancia que cobraron agrupaciones como Teleradio Donoso y Fother Muckers, que emergieron de forma paralela y jamás ocultaron sus ganas de alcanzar la masividad. Ambas bandas, comparadas y a veces enfrentadas en guerrillas de blogs o posteos, intentaban impulsarse desde el presente. Esto es asumir las influencias del pasado (en este caso, los Beatles, la invasión británica o Neil Young) pero tomando fuerzas del “sonido ambiente”. Esa mezcla de hits radiales, discos recomendados y métodos de producción que definen lo actual.
Si no tienes nada que decir entonces calla, fue liberado el 31 de diciembre del año pasado, como una “despedida a una década infame”, según aparece en el informativo que lo acompaña. “¿Sabes algo? / a veces cuando no tienes nada que decir / es mejor callar”, es la frase recitada que, a la manera de Shirley Lee de Spearmint, abre el disco. Pero inmediatamente, las guitarras saturadas y la reconocible voz de Cristobal Briceño en “Nunca se apaga” nos dejan bien en claro que la banda va a gastar todas sus balas en mostrar avances. Recursos afines con las nuevas bandas del rock y pop global. Como los teclados y la forma de conducir la melodía en “Decirlo y no decirlo”. Las percusiones de “Jessica”. O la amargura camuflada de delicadeza en la electroacústica “Cocino sólo para mí” o la instrumental “Supermercado”. Y el espeso dub de “Buscando oro”, que de pronto se transforma en una melodía inquietante por su dramatismo.
Es interesante escuchar cómo la banda se aleja de cierta distancia irónica con que interpretaban canciones en sus discos anteriores, en piezas potentes melódicamente como “Ola de terror” o “Meteoro, meteoro”. Una canción melódica y triste, con arreglos de flautas y un texto que parte con una imagen potente: “Tirando piedras un niño destruye una colmena”. Así, Si no tienes nada que decir… es un nuevo paso en la acelerada carrera de Fother Muckers. ¿Adónde? Por un lado hacia la calidad cancionera (melodías, arreglos, ejecución). Por otro, a seguir estableciéndose en la categoría “bandas que importan”. Veremos si despiertan nuevas vocaciones en la desértica escena local.