Prácticamente confirmada está la visita de Rush para el 17 de octubre en el Estadio Nacional. Una banda sobreviviente de un género que fue motivo de burla y desprecio para la generación punk, pero que finalmente pegó más fuerte de lo que se creía.
J. C. Ramírez Figueroa (8 de agosto 2010, Artes y Letras)
Antes de masificar el punk como líder de los Sex Pistols, John Lyndon -alias Johnny Rotten- se paseaba orgulloso por el Londres de 1975 con una polera de Pink Floyd. Arriba había escrito con un plumón “I hate”. Ese “Yo odio a Pink Floyd” fue un mantra juvenil que insistía en la “honestidad” de los tres acordes punkies a los solos de guitarra y batería, sintetizadores, letras crípticas y canciones de más de veinte minutos del rock progresivo. “Nunca olvidaré cuando estábamos en el estudio haciendo la canción ‘Sheer heart attack’ y resulta que los Sex Pistols estaban en el estudio de al lado”, contaría Freddie Mercury en su autobiografía publicada en 2008.
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