Los excesos ochenteros de El dueño de la noche
Un libro que expone desde sus sueños artísticos, hasta la decena de hijos por los que vela desde Punta Peuco.
Por J.C. Ramírez Figueroa (6 de junio 2015, La Segunda)
Amigo de sus amigos. Exitoso con las mujeres. Alma de la fiesta. Si Alvaro Corbalán (65) no hubiese sido jefe de la CNI -involucrado en casi una veintena de asesinatos- sería el “ídolo” de muchos. Un adicto a la noche y a vedettes como Maripepa Nieto.
Ahora aparece vestido de Toni Montana en la cubierta del libro “Álvaro Corbalán: El dueño de la noche”. Una investigación de cuatro periodistas de la UDP -Daniel Campusano, Macarena Chinni, Constanza González y Felipe Robledo- editada por Ceibo y que se presenta hoy, a las 19:30 horas, el Teatro Cinema.
Fueron 5 años de investigación que incluyeron una visita al mismo Corbalán, en Punta Peuco, quien los recibió en su celda 4×2 en el módulo “Faraones” (como llama el resto de los internos al alto mando procesado). Allí hay una Gaviota del Festival de Viña, fotos de su familia y un plasma de 42 pulgadas conectado a su computador. De pronto, agarra su guitarra y canta “Reencuentro”, su propio hit que interpreta en las misas del penal y que versa sobre el “perdón” y la “reconciliación”.
“El quería ser parte del mundo artístico, de figurar como cantante, guitarrista o pianista, le gustaba mucho ser el centro de la fiesta, que todo girara en torno a él”, cuenta Campusano.
Son 54 testimonios que avalan la historia, entre ellos Buddy Richard, Palta Meléndez -quien tuvo que inventar que era gay para salvarse de ser contratado como “sapo”-, Gloria Benavides, Antonio Vodanovic y Pablo Honorato. Todos niegan haber tenido una relación más allá del trato profesional con él. Como Horacio Saavedra, quien le produjo un cassette y aparece “alegre” en los videos que Corbalán atesora en su computador.
“Hay otros que declaran que a pesar de conducir programas, como Andrea Tessa, nunca se enteraron de lo que sucedía. Ella vivió durante muchos años en una burbuja y esa es otra realidad que muchos relatan que vivieron”, explica Chinni.
Según los investigadores, Corbalán no tenía demasiado talento. El Festival de Viña y la TV eran los lugares donde podía integrarse con las estrellas. “Él tenía que demostrar que era poderoso, que no sólo estaba a cargo de la seguridad y que todos los artistas estaban en buenas manos, frente a los anuncios de atentados de bomba que se rumoreaban en la concha acústica de la Ciudad Jardín”.
Todo por Maripepa
-¿Cuáles fueron los datos que más los sorprendieron?
-Felipe Robledo: Que personajes del espectáculo chileno que son parte de nuestra historia terminen vinculados a una figura tan oscura como Álvaro Corbalán. Esta es una historia de la vida real llena de villanos, cómplices y seguidores, pero sin ningún héroe.
-¿Hasta dónde llegaba su influencia?
-F.R.: El poder de Corbalán no tenía límites. Al ser jefe de seguridad del Festival de Viña, utilizó el cargo para que Maripepa Nieto fuera parte del certamen. Según fuentes, lo logró muchas veces, al igual que en otros programas. Pero también hubo personas que se negaron a sus exigencias como el director Sergio Riesenberg, quien no aceptó que Nieto subiera al escenario provocando la ira de Corbalán, que llegó al punto de amenazarlo a él y a su familia.
-¿Cómo ven a Corbalán dentro del contexto de “pactos de silencio”?
-Constanza González: Creo que al ser jefe operativo de la CNI debe conocer muchísima información que hasta la fecha la sociedad desconoce. Pero no puedo comprobarlo. Él tuvo y tiene hasta el día de hoy mucho poder. Incluso estando preso, situación que demostró días atrás el reportaje de Informe Especial, en que descubrieron que en su celda contaba con celulares, Internet e incluso un notebook.
-Creo que su faceta artística es algo que hasta el día de hoy conserva, sin embargo, no podría comprobar que siga relacionándose con miembros de la farándula chilena. Fuentes como el ex CNI Luis Sanhueza nos informaron que, estando preso, él sigue recibiendo visitas de Tito Fernández, Patricia Maldonado y Luis Dimas, entre otros.
Galán de Punta Peuco
“No sólo las jirafas se reproducen en cautiverio”
En las artes amatorias, Corbalán es cosa seria. Pollo Fuentes lo recuerda besando a “una de las hijas de Pinochet” en el Casino de Viña, “a vista y paciencia de todo el mundo”.
Ni la cárcel lo ha detenido. El libro señala que a su última pareja, la argentina Silvia López, la conoció ya procesado. “Varios de sus hijos han sido concebidos durante su estadía en Punta Peuco, gracias al régimen de visitas conyugales. Al respecto, Corbalán comentó: «No sólo las jirafas se reproducen en cautiverio»”.