Por J.C. Ramírez Figueroa (16 de octubre 2015, La Segunda)
Con 63 años recién cumplidos, esta mañana falleció Carlos Leppe, figura clave del arte chileno de fines de los 70 y los 80. Se le había diagnosticado una pancreatitis aguda que lo hizo internarse el lunes 5 de octubre en la Clínica Alemana. Si bien su situación era extremadamente delicada, se mantuvo estable hasta que vino un cambio de clínica y él comenzó a empeorar, relata una fuente cercana que calificó la situación como “enrarecida”.
Pero independiente de esto, lo que reina es el dolor y sorpresa. “Carlos era tan vital que cuesta imaginarlo sin ese impulso que además lo traspasaba con tanta fuerza a los demás, cuando pensamos en la obra, su cuerpo era su soporte y los proyectos no tenían límite. Era una personalidad que no podía sino hacer que su obra fuera él mismo, Que no esté presente es doloroso y cuesta imaginarlo”, señaló esta mañana Luciano Cruz-Coke, quien lo nombró agregado cultural en Argentina en 2010. La situación golpea fuerte a su círculo cercano, que integran su hermana Marcela, sus primos y Alfredo Barrios quien es considerado el “custodio” de la obra del artista y devenido en su asistente personal. También ha sido fuerte para el crítico Justo Pastor Mellado y el galerista de la D21, Pedro Montes, quienes han reivindicado una obra no reconocida del todo.
En 2012 Montes contaba a La Tercera que lo había perseguido por tres años. Montes guarda obras históricas: fotos de la Acción de la estrella, de 1979, cuando Leppe se afeitó en la nuca una estrella emulando a Duchamp. También está la reedición de las fotos de El perchero, de 1975, performance donde Leppe se viste de mujer. “Se hicieron cinco nuevas copias que ya están entre el Reina Sofía de Madrid, la colección Cifo de Miami, Proa de Argentina, otro coleccionista privado y yo. Es la única que hay en Chile”, dijo.
Leppe estaba conversando con Justo Pastor sobre el diseño del catálogo que le hizo a Smythe en 1977 en galería Cromo, justo cuando sufrió esta urgencia. Se le veía bien, incluso estaba preparando una nueva publicación: “Obra/Proyecto”, un libro que ofrecía una panorámica total sobre su obra editado por Mellado y Barrios, donde se destacaban sus impactantes performances , pioneras en el género, hasta su trabajo como artista visual (ver recuadro).
Sus restos serán cremados mañana en el Parque del Recuerdo, pero no les van a permitir despedirse a sus colegas artistas o amigos cercanos. Por eso, entre el mundo artístico hay molestia por la “premura” y “falta de delicadeza” con que la familia -hermanastros y Alfredo Barrios- han decidido manejar la situación. La inquietud tiene que ver también con quién se va a hacer cargo de su legado.
“Qué paradoja que uno de los creadores de la escena artística contemporánea se vaya sin escenificación alguna”, dijo Justo Pastor Mellado hoy. “Lo menos que podríamos haber hecho era hacer escuchar el audio de las cantatrices en su sepelio como tributo a la corporalidad de su voz”.
Un hombre referencial
Su carrera artística corría paralela a su trabajo funcionario: fue publicista y director de arte de las áreas dramáticas de TVN y Canal 13.
“Me siento muy cómodo apoyando la gestión de Luciano Cruz-Coke”, decía Leppe en “El Mercurio” recién nombrado agregado cultural. Era mayo de 2010, después de ser asesor del PPD, haber participado como publicista en la campaña del NO, y poco antes de la segunda vuelta presidencial, cuando sorprendía con su apoyo a Piñera.
“No me están pagando favor alguno. Es un trabajo de producción cultural específico, para el cual tengo el suficiente expertise . Y en este cargo no es el artista, sino el gestor y productor el que se define”, señaló.
Reconocía que lo motivó especialmente la idea de “que los agregados culturales en vez de ponerse a hacer cosas tipo Muerte en Venecia, tomar café en los salones de París, probar el escargot y pasearse de cóctel en cóctel, hagan, en cambio, un proyecto. El cargo no es una beca para un artista, ni para que lo pasen bien o profundicen sus conocimientos, como ha sido siempre -en la decadencia más absoluta-, salvo excepciones históricas”.
Hasta el 2013 trabajó en Argentina. “Su legado le importaba”, indica una fuente. “A menudo debatía con Montes sobre cómo organizar y mantener sus archivos. Incluso el Museo de Arte Moderno de Nueva York está interesado en todo esto. Su curador, Luis Pérez, de visita en Chile, estuvo viendo los videos que formaron parte de su instalación ‘Sala de espera'”.
“Para mí es un nombre referencial, así como las Yeguas del Apocalipsis, el grupo CADA, también Carlos Altamirano y Juan Pablo Langlois”, dijo.
Leppe es considerado como el gran artista que rompió la pasividad del arte chileno, incluso el experimental, usando su cuerpo -incluyendo el vómito y los desechos- para hablar del dolor, la identidad sexual y el país.
“No me reconozco en la figura del francotirador. Malamente podría serlo, habiendo trabajado tanto en comunicaciones estratégicas. Fui cercano a la campaña del NO, pero me siento ahora muy bien formando parte de este gobierno, a 20 años de todo aquello. Los gobiernos de la Concertación eran otra derecha”, añadió en esa entrevista.
Aseguró no ir a Argentina a defender territorios. “Sino que a defender la cultura, el respeto a nuestro trabajo. Yo vengo de un mundo del arte y de la publicidad, y hay que ser valiente, nadie puede ocultar su pasado y presente. Pero también se ha frivolizado al Leppe artista y publicista. Y en esto he sido muy claro: tengo también un plano moralista. He propuesto revisar la televisión como una tarea urgente. La cultura no se puede reducir al rating y a la publicidad. Tiene que haber un organismo cultural observador”.
Fue enfático al decir: “¡Yo también defiendo la pintura!”. “Soy coleccionista, tengo, por ejemplo, un Cosme San Martín muy especial. Me molesta que nadie hable de Sergio Mallol y de su San Francisco de Asís, que fue copiado después por Schia o Palladino. La gente cree que el arte conceptual está solo en lo feo. Pero no. Yo creo en la Matilde Pérez. Soy un enamorado de la pintura, como podría ser Carlos Alberto Cruz, Pancho Smythe o Adolfo Couve. Al ver obras de Turner caigo ensoñado”.
Prometió cuidar su independencia. “No trabajando con esos grupillos y curadores que se autobombean! ¡En el arte, no tengo amigos!”.
Sus históricas performances
1)El happening de las gallinas (1974): En su primer trabajo corporal sacó a relucir la fecundidad frustrada mediante el simulacro de morir poniendo un huevo.
2) El Perchero (1975): Esta obra participó en un Concurso de Senografía (el seno femenino como tema). Su cuerpo, como soporte desnudo, fue intervenido y bloqueado con vestidos, vendas y gasas, que cubrieron y disimularon su identidad sexual y simularon un acto de castración. A través de la fotografías se documentó el trabajo, y las fotos, ampliadas a tamaño natural y conservadas entre dos planchas de acrílico herméticamente cerradas, se transformaron en objetos expuestos al ser colgadas como si se tratara de ropa que se cuelga en un perchero.
3) Sala de Espera (1980): Contiene televisores viejos sin pantalla, dende se podían ver fotografías de Leppe con su madre, de la Virgen del Carmen y nuevamente de él vestido como travesti. La instalación contiene además otros televisores en los que se ve a su madre hablando sobre él y otros en que se ven comerciales y programas populares de su época.