El intelectual responde cómo se lee al antipoeta allá y hasta dónde puede influir.
Por Juan Carlos Ramírez F. (24 de enero de 2018, La Segunda)
“Parra es un secreto”, dice Ilan Stavans, lingüista, crítico y columnista de The New York Times. “Sus libros son difíciles de conseguir fuera de Chile. Si bien la edición que hizo Galaxia Gutenberg es magnífica (“Obras completas & amp; algo +”, 2006-2011), ¿quién puede pagar semejante precio?”.
“En una época había tesis doctorales sobre su obra, pero esa moda pasó hace tiempo. Vivir tantos años tiene sus percances. Lo leyó mucha gente y lo olvidó mucha más”.
Aunque también hubo oportunidades significativas. El entrevistado, célebre en EE.UU. por sus traducciones de “El Quijote” al spanglish, confidencia que hace algunos años le propuso a Jonathan Galassi, su editor en el prestigioso sello neoyorquino Farrar, Straus and Giroux (el mismo de T.S. Eliot, Tom Wolfe, Jack Kerouac, Jonathan Franzen), una edición bilingüe de su poesía.
“Galassi se entusiasmó. Parra pidió como adelanto una cifra astronómica, casi tan grande como su talento artístico. Y no muy distinta, supongo, a lo que John Grisham recibe por un nuevo libro. Ipso facto, el proyecto se desmoronó”, explica.
“Después, ya más encajado en la realidad, uno de sus descendientes y también su agente me contactaron. Intentamos revivirlo. El interés, fugaz, inconstante, había desaparecido”.
Stavans dice que todo esto es una lástima. “Me encantaría traducirlo. Presentarlo a una nueva generación de lectores de habla inglesa mostraría una vertiente olvidada de la poesía latinoamericana”.
“Un paria, un hoyo negro”
Stavans incluyó tres piezas de Parra en la antología “The FSG of Twentieth Century Latin American Poetry (2011)”, entre ellas “Soliloquio del individuo”, traducida por los íconos beat Lawrence Ferlinghetti y Allen Ginsberg.
“Por la longevidad de Parra algunos de nosotros lo sospechábamos eterno, pero quedó atrapado en las revueltas de la década del 60”. Y propone una comparación que quizá a Parra lo dejaría sonriendo: “Mientras Neruda sigue siendo un pozo inagotable para jóvenes en todo el mundo, Parra es un paria, un hoyo negro”.
Aunque también escribió una carta en apoyo a su postulación al Nobel en 2012, la última gestión seria que se hizo por el premio. Ayer la encontró entre sus documentos. “La última frase dice en inglés: “Al darle a Parra el Nobel, el comité exaltaría una figura que muestra que la poesía latinoamericana existe en un estado permanente de rebelión”.
Y agrega: “Se merecía el Nobel, no por ser buen escritor, hay muchos Nobeles que han sido muy malos, sino por rejuvenecer el lenguaje poético de América Latina”.
-Lo radical de su proyecto poético fue ” bajar a los poetas del Olimpo” como dice en “Manifiesto”. ¿Esta operación se replicó en otros idiomas?
-No sé si exista otra tradición poética en todo el planeta que tenga tantos manifiestos. Obviamente, toda generación con sueños de ambición aspira a una sola cosa: el parricidio. Parra era lo que en inglés se describe como un equal-opportunity rebel : un subversivo que no distingue entre un blanco y otro. Hay enorme valor en esa actitud. La vida misma es una insurrección, una conjura, un amotinamiento. Sobra decir que “parra” es sinónimo de cepón: espero que esa vid dé un verdadero fruto algún día.
-¿Y su humor?
-A Mistral, digamos, le falta humor; a Parra, le sobra.
-¿Crees que la poesía en castellano, de todas maneras, acusó recibo de Parra?
-En México, por ejemplo, muy pocas veces lo oí mencionado. Menos en Argentina. Ni hablar de Cuba. Cuando se lo invoca, en décadas recientes, es por las referencias que hace Bolaño de él. Su gran valor, suficiente, creo, para insertarlo en el Salón de los Poetas Indispensables, es como un vagabundo. En ese salón están Quevedo, Góngora, Sor Juana, Borges, Vallejo, Neruda, Paz y demás… y en una silla aparte, Parra.
-¿Qué perdemos con la muerte de Parra?
-Perdemos al gran gesticulador, al “Mono gramático”, parafraseando, por supuesto, a Octavio Paz, quien por cierto era el ogro filantrópico. Chile es una máquina de poesía y Parra es uno de sus mejores productos, aunque mal mercantilizado como oferta de exportación.
-¿Cuál es tu obra favorita?
-Su traducción del Rey Lear es para mí suficiente. La he releído media decena de veces. Si tan sólo circulara en otras geografías del mundo hispánico; desgraciadamente, la Editorial UDP es muy recatada. A manera de nota personal, te confieso que mis propias indagaciones sobre el spanglish no hubieran sido posibles sin ella.