A mediados de los 60 The Kinks eran tan populares como The Beatles y los Rolling Stones gracias a un puñado de singles liderados por “You Really Got Me”. Una canción que, gracias a su riff de guitarra, sonido totalmente inaudito para la época y la urgencia sexual contenida, se convirtió en un himno tanto en Europa y EE.UU, dispador de decenas de vocaciones garageras y que, según el mismo Bob Dylan, era algo nunca antes escuchado.Por culpa de una serie de eventos, algunos por responsabilidad del propio grupo y sus pocas habilidades sociales (y una violencia que ni Guns N´Roses, G.G. Allin y Jerry Lee Lewis juntos y en un mal día podrían tener) hizo que sus logros fueran invisibilizados en la tradición pop, entre ellos y ojo con los links que lo certifican: ser los primeros en incluir el sitar indio –“See my friends”apareció como single el 30 de julio de 1965 y “Norwegian Wood (This Bird Has Flown)” de los Beatles recién salió a la calle el 3 de diciembre dentro del disco Rubber Soul-; grabar el primer video clip con argumento y crítica social incluída; hablar directamente (y basado en hechos reales) de una relación hombre-travesti; inspirar a The Who en todo, incluyendo la ópera rock; influir directamente en géneros como el protopunk, hard rock, hardcore punk, new wave y britpop. Además claro, de la adoración de gente querida-por-todos desde David Bowie a Mark Hamill.Pero algo pasa que The Kinks sigue estando más lejanas al éxito global y más cercana a la tradición de bandas desdichadas (The Zombies, Left Banke, Love, Badfinger, Big Star, The Modern Lovers, Television Personalities, The Replacements, Housemartins). Ray Davies, cantante y compositor principal ya fue, para variar, el primero en detectar esto y resumirlo así: “Una combinación de malos representantes, mala suerte y mal comportamiento”.

Ni siquiera tenían una biografía en español actualizada y decente. Hasta ahora, claro, que llega Atardecer en Waterloo (Sílex 2017). 800 páginas que documentan el auge, caída y resurrección de una banda cuyos fans siguen siendo una especie de masonería secreta. Además de leerse como novela sobre los jóvenes ingleses de la postguerra, el libro está lleno de datos, referencias, citas, notas a pie de página y una narrativa que es bastante más que acumulación de datos, como se están convirtiendo estas biografías.Y la noticia que justifica todo es, ya saben:Por eso, conversamos con Manuel Recio e Iñaki García vía e-mail y reflexionamos un poco sobre todas esas cosas que nos provocan los Kinks. Sabemos que no somos pocos.

Quiero partir con algo obvio pero que me interesa que me respondan, aunque intuyo la respuesta: ¿Por qué un libro sobre los Kinks?
Los Kinks es uno de los grandes grupos de la historia del rock, aparte de una de nuestras bandas favoritas de todos los tiempos. Es una especie de proyecto personal y de sueño hecho realidad. Hasta ahora no se había escrito ninguna biografía amplia y profunda del grupo en castellano, al contrario de lo que ocurre con otros grupos de la época como Beatles, Rolling Stones, Who…etc. Nos parecía necesario escribir un libro que les hiciera justicia y al mismo tiempo reivindicara su legado. Este proyecto nos ha llevado casi tres años, hemos sido muy exhaustivos y rigurosos en el proceso de documentación y además le hemos aportado un toque literario y emocional a la historia para que el lector hispano se introduzca en el interior de la vida de los hermanos Davies y asista en primera persona a pasajes como, por ejemplo, el nacimiento del riff de “YouReally Got Me”, la composición de “Sunny Afternoon”, o la evocadora imagen que dio origen a “Waterloo Sunset”.
¿Hubo alguna resistencia? ¿Algún editor, amigo, periodista, crítico que les dijera que no era importante? ¿O fue casi unánime la necesidad de una publicación en castellano de estas características?
Bueno, digamos que tuvimos algunos contratiempos. En la mejor tradición Kinks (son famosas las tiranteces del grupo con managers y discográficas y los proyectos frustrados) nuestro proyecto empezó como una propuesta de una editorial que nos prometió que lo publicaría y luego no lo hizo. Algo parecido a lo que pasó a los Kinks como el proyecto de Arthur or The Decline And Fall Of The British Empire, la que iba a ser la primera opera-rock televisada y que nunca llegó a hacerse.En nuestro caso, cuando el libro estaba ya escrito y revisado, la editorial se echó para atrás sin darnos grandes explicaciones y pasamos unas semanas intensas intentando buscar otra editorial. No fue fácil, porque el libro es muy extenso (casi 800 páginas) y ninguna se atrevía a publicarlo.Finalmente dimos con nuestro actual editor Ramiro Domínguez, director de Sílex Ediciones, una persona entusiasta y encantadora, que casi con los ojos cerrados apostó por nosotros y nos dio todo tipo de facilidades. Por supuesto vio una oportunidad, al igual que nosotros, de editar el gran libro sobre los Kinks en castellano, la obra de referencia y estamos muy contentos de haberlo conseguido. Curiosamente uno de los comentarios de la gente que lo ha leído es que se les hace corto. Algunos fans incluso nos han dicho que ya van por la tercera lectura. ¡Está claro que nuestro libro en particular, y la historia de los Kinks en general, enganchan!
Hablabamos de un canon de bandas desafortunadas que partía con The Kinks y se extendía desde Badfinger a Housemartins y Replacements. ¿Hasta qué punto managers, carácter de los músicos, contexto o incluso los “accidentes” han influído en el canon del rock? Porque si Mick Jagger fuese conflictivo de verdad o los Beatles no tuviesen el equipo de producción que tenían o The Who no hubiese “americanizado” su estética, la historia sería otra.
Los Kinks son posiblemente la banda más contradictoria de la historia del rock. Cuando lo tenían todo para triunfar y conquistar el mundo con la invención de un sonido rompedor e innovador como “You Really Got Me” fueron vetados en 1965 en Estados Unidos por unas circunstancias extrañas tal y como explicamos en el libro. Y luego para cuadrar el círculo de contradicciones y paradojas, su álbum más británico The Village Green Preservation Society fue el que les abrió de nuevo las puertas de América. ¡Eso es navegar a contracorriente! Nunca hicieron lo que se supone que debían hacer.Si el mundo del rock abrazaba la psicodelia, ellos hacían canciones cotidianas y sencillas como “Waterloo Sunset”. Digamos que Ray Davies, tal y como dice su canción “I’m not like everybody else”, nunca quiso ser como los demás y en cierto modo lo pagaron caro. Que los Kinks no pudieran girar por América en los 60 fue una hecatombe comercial para ellos, pero hizo a Ray Davies centrarse en las costumbres y vivencias de su entorno más cercano y convertiste en el gran cronista social de la Inglaterra de su tiempo.
¿Cómo fue el proceso de armar este libro? Tenían las citas y la bibliografía ya trabajadas desde antes? Hubo decisiones que tomar (acortar pasajes, eliminar textos)? A mi me parece la más completa sobre la banda, donde se dan tiempo de perfilar a todos los integrantes no sólo los Davies.
Ha sido un proceso complejo; maravilloso y estimulante pero muy laborioso y delicado. Cada uno venimos de mundos diferentes. Un periodista y un matemático, algo que puede resultar chocante pero que al final ha sido la combinación perfecta entre datos, información, literatura y pasión. Llevamos muchos años amando a los Kinks y teníamos mucha información acumulada, aunque el grueso de la bibliografía lo hemos hecho mientras escribíamos el libro. Hemos revisado toda la documentación disponible sobre el grupo, fundamentalmente en inglés. Desde las biografías de Ray y Dave, los libros publicados sobre ellos, artículos de época, entrevistas en radio y tv, libretos de discos y diversas fuentes online. También hemos entrevistado a muchísimas personas del entornoKinks y a los propios músicos exceptuando Ray Davies — que nunca participa en las biografías sobre el grupo — y Dave, que nos concedió el prólogo, algo que nunca nadie había conseguido.

Otra cosa muy importante en nuestro libro es que hemos querido dar una visión panorámica de la historia. En muchos casos ante un mismo hecho, la visión de Ray, de Dave o del bajista Pete Quaife no tiene nada que ver. Nosotros hemos recogido todas las visiones, hemos intentado darle coherencia y hemos articulado un relato fiable para conocer en detalle toda la intrahistoria del grupo. Esto se ve por ejemplo en la historia de Lola. Ray Davies da su versión sobre cómo surgió la letra, el batería MickAvory apunta otros matices y luego Dave reclama que la secuencia de acordes es suya. En el libro damos voz a todos los protagonistas de cada acontecimiento.
¿Por qué aun con tanta evidencia, desde la opinión de Dylan sobre Davies a una periodista Australiana hasta la certificación de ser la primera banda en distorsionar un riff a un nivel “nuevo” o usar el sitar (y el raga) o de elevar el nivel de las letras.. The Kink saun no son considerados al mismo nivel de los Beatles o Stones? Hasta en The Simpsons se celebra más a los Who, cuando la banda justamente se formó por influencia de ellos.
Uno de los objetivos del libro precisamente es ese: equiparar a los Kinks con los grandes grupos de la llamada British Invasion y reivindicarles para entrar en lo más alto del olimpo musical. Es cierto que por una serie de circunstancias — que detallamos en el libro — los Kinks no gozaron de la popularidad y el prestigio de Beatles o Stones. Y creemos que es una de las grandes injusticias de la historia del rock.Una razón fundamental fue el veto en Estados Unidos, durante gran parte de los 60 los Kinks estuvieron lejos del mercado musical más grande del mundo, algo que no le ocurrió por ejemplo a los Who.

Creemos que “You Really Got Me” fue la canción que fundó el rock y separó las aguas entre esta música y el rock and roll. Los Beatles para él hacían pop y los Stones revisionismo r&b. Pero The Kinks lograron dar con algo nuevo. ¿Están de acuerdo? SIn ellos no hay garage, punk, glam o britpop me atrevo a decir.
No cabe duda de que los Beatles y los Rolling Stones (que también nos encantan) fueron grupos muy innovadores, pero los Kinks quizás sí queinfluyeron más en el surgimiento de los géneros que comentas. La mejor prueba de ello es que los principales exponentes de géneros como el punk o el britpop siempre han mencionado a los Kinks como una influencia clave.Pero tal vez el hecho de que el grupo estuviera supeditado a los vaivenes compositivos y emocionales de Ray pueda estar también detrás.Los Beatles tenían la dupla Lennon-McCartney y los Rolling Stones el binomio Jagger-Richards. Los Kinks por el contrario, en muchas etapas, han sido la banda de Ray Davies, no ha habido esa tensión creativa (había otro tipo de tensión) y su evolución estilística no ha seguido los cánones establecidos. Muchos proyectos de los Kinks fueron demasiado arriesgados para su época y la crítica y el público les dio la espalda. Véase la exquisita ópera-rock en dos actos llamada Preservation. Afortunadamente con el paso del tiempo esta tendencia se ha revertido y cada vez son más las personas, desde músicos hasta televisión o prensa especializada, que sitúan en los Kinks en los altares. Nosotros pretendemos aportar nuestro pequeño granito de arena con este libro.De lo que no cabe duda es que “You Really Got Me” fue algo rompedor y clave en esa separación que comentas entre rock’n’roll y rock. Nunca antes se había hecho nada parecido. Ese riff distorsionado, esa agresividad, ese punto rompedor y rebelde de un sonido tan nuevo… marcó el camino a seguir para muchos. Pete Townshend, Bruce Springsteen, Sting, Ozzy Osbourne, hasta Metallica… todos reconocen haber sido cautivados por “YouReallyGot Me” y haberlo intentado emular de una forma u otra.

Pero en el caso concreto de los Kinks, el contexto influyó doblemente, no solo a nivel social sino también familiar. Los Davies provenían de una familia de clase trabajadora en la que la música jugaba un papel fundamental, como contamos en los primeros capítulos del libro. Cada sábado por la noche, la familia Davies celebraba unas fiestas en las que invitaba a todo el vecindario: tíos, primos, amigos…Ponían vinilos, tocaban el piano, bailaban, cantaban… la música de esas fiestas era la vía de escape a todas sus penurias, y Ray y Dave (los pequeños de la casa) tomaban buena nota de ello. Esas fiestas acabarían teniendo un gran impacto en la música de los Kinks.
¿De qué forma dialoga The Kinks con la música actual? O dicho de otro modo. ¿Que ecos de los Kinks hay en la música que suena hoy? A mi me parece que The Kinks se sostiene en la contradicción entre adultez y hormonas. El rock que ellos proponen es tan adolescente en su forma como adulto en su introspección. Por eso no hicieron el ridiculo en los ´70 o ´80 como los Stoneshaciendose los jóvenes.

En España por ejemplo fueron famosas las versiones de Los Mustangs o Los Salvajes en los 60. Llama la atención México donde hubo muchísimas bandas, generalmente de la escena garagera, que adaptaron el cancionero de los Kinks como Los Hitters, Los Ovnis, Los Matemáticos o Los Americans. En Argentina, Charly García y Gustavo Cerati siempre admitieron la influencia de los Kinks, no solo en la música sino también en la temática de las letras. En Chile se aprecia en pioneros como Los Jocker’s. Y por supuesto en Perú, Los Saicos seguro que escucharon con sorpresa y fascinación el riff de “You Really Got Me”…En relación a esta influencia, nosotros mismos lo hemos podido comprobar en la mayoría de presentaciones que hemos hecho por España. En muchas ciudades hemos contado con el apoyo de miembros de grupos de primer nivel, tan dispares como Siniestro Total o Amaral. Estamos seguros de que en Latinoamérica sería similar, ojalá algún día podamos presentar el libro también allí.
¿Cuánto ayudó el entorno directo de los Kinks como fuente primaria? Accedieron a recortes inéditos, testimonios o anécdotas?
Mucho, gracias a ese entorno hemos podido aclarar muchas de nuestras dudas y obtener información exclusiva. Hemos realizado cerca de 50 entrevistas entre miembros del grupo, mánagers, promotores, teloneros, amigos… En algunos casos ha sido más difícil que otros, pero prácticamente todos aquellos a los que hemos contactado han estado encantados de ayudarnos, estamos enormemente agradecidos a todos ellos. Hemos conseguido testimonios exclusivos y reveladores como por ejemplo una entrevista que hicimos a Jim Rodford, el bajista que más años ha tocado con los Kinks, al manager original Grenville Collins o al promotor Gay Mercader, que trajo a los Kinks a España en 1986. También hemos accedido a material de gran valor como fotos totalmente inéditas, algunas de las cuales hemos incluido en el libro.

¿Qué es lo que más les sorprendió de este recorrido?
Durante el proceso de documentación y escritura redescubrimos muchos temas que teníamos no en un segundo plano pero sí quizás menos valorados. Un ejemplo es “Wonderboy”, un single que los Kinks sacaron 1968 y que el bajista Pete Quaife calificó como una mariconada cursi y horrible. Investigar su historia, esa canción que Ray quería escribir al hijo varón que nunca tuvo donde le cuenta todo lo que se va a encontrar al nacer, nos ayudó a entenderla de otra manera y a apreciarla mucho más. Ahora la vemos como una pequeña obra maestra con una letra filosófica.Y también el gran atractivo de la historia de los Kinks más allá de sus canciones. La historia de los Kinks ha sido tan convulsa que podría parecer el argumento de una novela: éxitos, fracasos, relaciones complejas, amor, peleas… precisamente por ese motivo hemos tratado de darle al libro un enfoque muy literario, siendo extremadamente rigurosos con el contenido pero transmitiendolo siempre de una forma amena y dinámica que pudiera ser atractiva tanto para los fans más acérrimos del grupo como para los que los descubran a través de nuestro libro.