
La cubierta de este libro perfectamente podría haber sido el Thanos de Avengers: Endgame destruyéndolo todo y así enmarcarse en los textos sobre filosofía con guiños a la cultura pop, cuyas cubiertas, extremadamente llamativas hacen que —como me reconoció un editor independiente hace un tiempo—los contenidos a la primera, no importen demasiado.
Seguir leyendo acá