
Por J.C. Ramírez Figueroa
Sin dudas, septiembre es el mes más importante para los chilenos. En menos de tres semanas la primavera eleva la temperatura de 15 a 25 grados, se conmemora el Golpe de Estado de 1973 y se celebran las fiestas patrias el 18 que, a falta de carnavales, envuelven los días previos al país en un clima fiestero que obliga a las empresas e instituciones a organizar asados y juegos tradicionales con cueca (o cumbia) de fondo.
Sin embargo, la pandemia y el plebiscito para cambiar la constitución de Pinochet programado para el 25 de octubre han transformado el ambiente. A pesar de los ya 15.823 muertos, incluyendo casos sospechosos, el gobierno tiende a hablar de “leve mejoría”, al punto que varias comunas del barrio alto de Santiago como Providencia, Vitacura o Las Condes ya están abriendo restaurantes o comercio no esencial además de permitirse las reuniones sociales con un máximo de 50 personas en lugares abiertos y cinco en lugares cerrados. Ellas forman parte de la fase 3 o “de preparación” del Plan Paso a Paso, la forma en que Piñera busca terminar con el confinamiento y reactivar de una vez la economía.