El oficialismo de Piñera perdió 12 de las 13 gobernaciones en juego. En una intensa jornada, se enfrentaron en la segunda vuelta de la Región Metropolitana Claudio Orrego, de la centroizquierda, y Karina Oliva, joven politóloga y feminista.
Por J.C. Ramírez Figueroa
Una auténtica definición por penales, apenas una hora después del cierre de las mesas de la segunda vuelta por el cargo de Gobernador de la Región Metropolitana de Santiago entre Karina Oliva (Frente Amplio) y Claudio Orrego (Democracia Cristiana). Cada comando sonreía o miraba hacia abajo, con las banderas y pancartas escondidas. Es que con un 71% de las mesas escrutadas ganaba Oliva por un punto, minutos después con el 90 % ganaba Orrego por casi la misma cifra. Hasta que finalmente comenzaron los abrazos en la sede de la DC: Orrego ganaba por 52,73% (784.139 votos) frente al 47,27 % de su rival (703.071).
Más allá de la pelea por la Región Metropolitana, que concentró el interés por lo reñido de la disputa y su obvia trascendencia de cara a las próximas elecciones presidenciales, la gran derrotada de la jornada electoral volvió a ser la derecha oficialista que solo se quedó con una de las 9 gobernaciones en las que habían sobrevivido sus candidatos.