Este viernes el proceso constituyente chileno entra en la recta final con el lanzamiento de la franja electoral, donde diversos colectivos, entre ellos los partidos oficialistas y de oposición, defenderán las opciones “Apruebo” y “Rechazo” para el plebiscito del 4 de septiembre donde se votará el nuevo texto que reemplazaría a la Carta Magna que rige al país desde 1980 y que, a pesar de las reformas, sigue manteniendo la carga de la dictadura de Pinochet que la originó.
Sin embargo, en las redes sociales y los servicios de mensajería como WhatsApp o Telegram la campaña comenzó prácticamente desde que comenzó a sesionar la Convención Constituyente el 4 de julio del año pasado. Información sesgada, noticias falsas, contenidos inciviles y ataques directos a los miembros de izquierda, especialmente a representantes de pueblos originarios se tomaron la agenda y las conversaciones, afectando la deliberación democrática en la misma línea de las campañas de Trump y Bolsonaro. Estudios como lo del Observatorio de la Convención de la U. Católica de Valparaíso o Plataforma Telar coinciden el diagnóstico: el proceso constituyente estuvo marcado por la desinformación.