En Londres se hizo okupa, influyó en los punks. Creó un sello independiente. Armó una carrera apenas sabiendo tocar el piano. Y ahora graba un documental.
Por Juan Carlos Ramírez F. (29 de noviembre 2016, La Segunda)
Hay tres malentendidos en torno a Alvaro Peña (72, Valparaíso). A él no le interesa desmentirlos, pero tampoco los alienta demasiado. Primero, que fue uno de los pioneros del punk durante su autoexilio londinense. “Yo llevaba una década tocando en Valparaíso con un grupo de guitarras, The Challengers. No quería seguir haciendo lo mismo allá y por eso empecé a componer en piano canciones como «Bebiendo mi propia esperma». ¡Nadie quería eso! ¡Ni los punks!”.
Segundo, que creció a la sombra de Joe Strummer (1952-2002), el lider de The Clash. “Él era diez años menor que yo, así que igual había distancia. Pero me escuchaba. Hablamos de Chile pero a él le interesaba más la revolución sandinista. Me llamaba por teléfono, pero no sabíamos de qué hablar porque era demasiado famoso. Tuve que aparecer en las biografías del grupo para que en Chile me creyeran”.
Tercero, que vive en Valparaíso en la pobreza. “Paso la mitad del año en Constanza, que es como Pucón, pero en Alemania. Ahí tengo un departamentito con instrumentos. No necesito mucho para vivir. Mira, este es mi carnet alemán (mostrándolo). Tuve que botar el chileno para que me dieran la ciudadanía”
Si quieres acceder al texto completo, puedes revisar mi perfil de Academia.edu o escribirme directamente a jcramirezfigueroa [arroba] gmail.com
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